PALABRAS DEL DR.
HÉLIO BICUDO
Señor Secretario General de la Organización de los Estados
Americanos, Señor Presidente del Consejo Permanente de la OEA, señor
Secretario General Adjunto, señoras y señores Representantes Permanentes,
señores Observadores, señoras y señores:
Tengo el agrado de asistir a esta ceremonia de inauguración formal
del 108o. período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en compañía del Vice Presidente Primero de la CIDH, Decano
Claudio Grossman; el Vice Presidente Segundo, Dr. Juan E. Méndez; los
Comisionados Lic. Marta Altolaguirre, Prof. Robert Goldman, Dr. Peter
Laurie y Dr. Julio Prado Vallejo; así como el Secretario Ejecutivo de la
CIDH, Emb. Jorge E. Taiana, el Secretario Ejecutivo Adjunto, Dr. David J.
Padilla, y el personal profesional de la Secretaría Ejecutiva. Quisiera
referirme en esta oportunidad a las principales actividades desarrolladas
por la Comisión Interamericana en materia de promoción y defensa de los
derechos humanos en el hemisferio. Tales actividades son las cumplidas
desde marzo de 2000, en que culminó el anterior período ordinario de
sesiones de la CIDH.
El marco en el cual cumple su mandato la Comisión Interamericana
se ha caracterizado por una serie de crisis político-institucionales en
varios Estados miembros, que confirman la gravedad de los problemas
encarados, así como las dificultades para dar respuesta a demandas
urgentes de la sociedad. Es
una evidente prioridad la consolidación del Estado de Derecho y el
imperio de la ley para canalizar las aspiraciones de los habitantes de las
Américas, y para discutir en libertad las soluciones a sus apremiantes
necesidades en materia económica, social y cultural.
La CIDH reitera su preocupación por los problemas serios que
aquejan a la administración de justicia en los Estados de la región, y
se traducen en la impunidad y las violaciones del debido proceso que
afectan a grandes sectores de la población.
Especialmente graves son el retraso y la ineficacia en el
juzgamiento de violaciones de derechos humanos que involucran a agentes
del Estado, uno de los más grandes desafíos que enfrenta el hemisferio. Las
principales tareas de protección de derechos humanos de la CIDH se dan
dentro del sistema de peticiones y casos individuales. Desde marzo de 2000 se inició el trámite de 73 nuevos casos
individuales referentes a distintos Estados miembros de la Organización,
con lo cual el número total asciende a 934 casos en trámite. A modo de referencia, cabe mencionar que en el mismo período
se recibió un total de 350 nuevas peticiones.
Las que no fueron rechazadas siguen pendientes en la Secretaría
Ejecutiva, con solicitudes de información adicional a los peticionarios,
o de cumplimiento de requisitos formales y de fondo conforme a lo previsto
en la Convención Americana y el Reglamento de la Comisión. La Comisión
sigue igualmente impulsando el mecanismo de solución amistosa, que se ha
tornado cada vez más eficaz para avanzar en la protección de los
derechos humanos. Por último,
cabe mencionar la preparación de numerosos proyectos de informe sobre
admisibilidad, inadmisiblidad, archivo, fondo y solución amistosa, que
serán sometidos a consideración de la CIDH durante el período de
sesiones que se inicia. La
Comisión Interamericana, por intermedio de su Secretario Ejecutivo, y la
Organización Internacional de las Migraciones (OIM), representada por su
Director General, Brunson McKinley, firmaron el 22 de marzo de 2000 un
Acuerdo de Cooperación institucional con el fin de consolidar y coordinar
de manera eficiente iniciativas hemisféricas para velar por una mejor
promoción y protección de los derechos humanos de los migrantes en
general y de los trabajadores migratorios y miembros de sus familias en
particular. El acuerdo
permite que la CIDH, como órgano principal de la OEA encargado de la
promoción y protección de los derechos humanos en el hemisferio, y la
OIM, organismo intergubernamental que ayuda a encarar los diferentes desafíos
que plantea la migración, puedan de manera conjunta desarrollar
diferentes actividades destinadas a promover la observancia y protección
de los derechos de dicho grupo humano.
Se trata sin duda de una de las cuestiones más significativas en
la progresiva universalización del sistema de relaciones internacionales,
que es necesario abordar desde una perspectiva multilateral.
Cabe
recordar la voluntad expresada por los Jefes de Estado y Gobierno del
hemisferio en la Segunda Cumbre de las Américas en el sentido de
desplegar esfuerzos especiales para garantizar el pleno cumplimiento y
observancia de los derechos humanos de los trabajadores migratorios.
La CIDH ha tenido además una
participación activa en dos importantes reuniones que hubo sobre la
situación de los trabajadores migratorios y sus familias. Por un lado, en junio pasado la Comisión participó del
“Taller internacional sobre mejores prácticas relativas a los
trabajadores migrantes” desarrollado en Santiago de Chile bajo los
auspicios de la Comisión Económica para América Latina, la OIM y la
propia CIDH. Una delegación
encabezada por quien les habla participó en San José, Costa Rica en el
“Simposio sobre migración internacional en las Américas” organizado
por CEPAL, CELADE, la OIM y auspiciado por el Fondo de las Naciones Unidas
para la Población, la OEA y el BID. El
2 de junio de 2000 la Comisión aprobó el Informe sobre la situación de
los derechos humanos en Perú. El
informe fue elaborado utilizando la información y documentación recibida
antes, durante y después de la visita in
loco que realizó la CIDH a la República de Perú en noviembre de
1998, a invitación de su Gobierno. La
primera sección del informe se refiere al análisis de la democracia y el
Estado de Derecho en Perú, que incluye el estudio de la estructura del
Estado, la situación de la administración de justicia y las obligaciones
internacionales, los derechos políticos, y la libertad de expresión.
La Comisión analiza igualmente en la segunda sección del informe
los derechos económicos, sociales y culturales, derechos de la mujer,
derechos del niño, situación penitenciaria, y derechos de las
comunidades indígenas en Perú. Durante
la Asamblea General de la OEA celebrada en Windsor, Canadá, la CIDH dio a
conocer dicho informe e intervino en dos oportunidades para referirse a la
situación de los derechos humanos en el hemisferio. En dichas ocasiones, la Comisión enfatizó su preocupación
por la grave situación que afectaba al Perú, en particular por tres
temas principales que afectan directamente la vigencia del Estado de
Derecho y la democracia en dicho país: la falta de independencia del
poder judicial; las amenazas y ataques contra la libertad de expresión; y
las limitaciones al libre uso y goce de los derechos políticos.
Asimismo, la Comisión se reunió con el Secretario General de la
OEA poco antes de la visita a Perú que llevó adelante con el Canciller
Lloyd Axworthy, en cumplimiento del mandato que les encomendó la Asamblea
General. En dicha ocasión,
quien les habla y el Secretario Ejecutivo de la CIDH ofrecimos toda la
información y experiencia institucional sobre el tema a fin de contribuir
al éxito de tan delicada misión. En
definitiva, los sucesos de conocimiento público que han acontecido en Perú
en las últimas semanas confirman que las recomendaciones formuladas por
la CIDH fueron sumamente oportunas. No
está de más recordar que siguen plenamente vigentes las recomendaciones
del informe. Un evento de
gran importancia para el sistema interamericano se verificó igualmente
durante la más reciente Asamblea General de la OEA: Barbados hizo entrega
formal del instrumento de aceptación de la jurisdicción contenciosa de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La CIDH estima que esta decisión soberana de Barbados constituye
no solo un gran avance hacia la protección plena de los derechos humanos
de los habitantes de dicho país del Caribe, sino además un ejemplo para
aquellos que siguen en el proceso de ratificación
de instrumentos interamericanos.
Debo
destacar con sumo agrado que, en ocasión de nuestra presencia en Windsor,
la señora Soledad Alvear, Ministra de Relaciones Exteriores de la República
de Chile, ha invitado a la Comisión Interamericana a celebrar un período
extraordinario de sesiones en dicho país.
Asimismo, entre las actividades programadas para el año próximo,
la CIDH ha sido invitada a efectuar una visita de observación in
loco a la República de Panamá, que tendría lugar durante el segundo
semestre de 2001. Del
12 al 16 de junio pasado, a invitación del Gobierno del Brasil, la CIDH
celebró su 107o. período extraordinario de sesiones en ese país, en
Brasilia y en São Paulo. Sus
actividades estuvieron concentradas, en una importante medida, en el análisis
de la reforma de su Reglamento y también analizó algunos casos en trámite.
La Comisión participó de encuentros con el Presidente de la República,
Dr. Fernando Henrique Cardoso y con las más altas autoridades del Estado
brasileño. En el ámbito del
Poder Ejecutivo, la CIDH se reunió con el Ministro de Relaciones
Exteriores, Dr. Luiz Felipe Lampréia y el Ministro de Justicia, Dr. José
Gregori; en el Poder Judicial, con el Ministro Carlos Velloso, Presidente
del Supremo Tribunal Federal y con el Ministro de Paulo Roberto Saraiva da
Costa Leite, presidente del Superior Tribunal de Justicia, así como otras
autoridades judiciales y del Ministerio Público.
Asimismo, la CIDH fue recibida por el Presidente del Senado, Dr.
Antonio Carlos Magalhães; por el Presidente de la Cámara de Diputados,
Dr. Michel Temer; y asistió a una sesión especial celebrada por el
Consejo Federal de la Orden de Abogados de Brasil a invitación de su
Presidente Reginaldo Oscar de Castro. También llevó a cabo reuniones con
el Gobernador de São Paulo, Mario Covas, y de
Río de Janeiro, Anthony Garotinho, como también con otras
autoridades del estado de Pará. La
Comisión firmó en Brasil un acuerdo de cooperación con el Superior
Tribunal de Justicia, al cual podrán adherir otros organismos judiciales,
federales, y estaduales, como ya lo han hecho el Tribunal de Justicia y la
Procuraduría de Justicia del Estado de Pará, el Ministerio Público del
Estado de Río de Janeiro y el Consejo Federal de la Orden de Abogados de
Brasil. Asimismo, la CIDH
tuvo la oportunidad de analizar temas de derechos humanos y la situación
de los mismos en el hemisferio y en el Brasil, a través de dos seminarios
públicos con participación de autoridades gubernamentales, especialistas
y líderes de las organizaciones brasileñas de defensa de los derechos
humanos. La Comisión celebró reuniones especiales con organizaciones no
gubernamentales, una de ellas en Brasilia, promovida por la Comisión de
Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, y otra en São Paulo,
organizada por el Núcleo de Estudios de la Violencia de la Universidad de
dicho estado. En el curso de estas reuniones, la Comisión pudo compartir
informaciones, preocupaciones y distintas perspectivas sobre los
principales problemas y progresos en el área de los derechos humanos en
todo el hemisferio y en el Brasil. Me
cabe agradecer muy sinceramente a las autoridades brasileñas y a quienes
permitieron la realización del 107o. período extraordinario de sesiones
en dicho país.
La
CIDH lamenta informar que, desde la celebración de su último período de
sesiones, perdieron la vida dos personas protegidas por medidas cautelares
dictadas por la Comisión. El
3 de mayo de 2000 fue asesinado el defensor de derechos humanos Jesús
Ramiro Zapata Hoyos en Antioquia, República de Colombia.
El 22 de junio de 2000 el señor Shaka Sankofa, previamente
conocido como Gary Graham, fue ejecutado en el estado de Texas a pesar de
la solicitud dirigida al Gobierno de los Estados Unidos a fin de que se
suspendiese la ejecución. Esta
persona fue condenada a muerte por hechos que habría cometido cuando tenía
17 años, luego de casi 20 años de permanencia en el “corredor de la
muerte”, por lo cual la Comisión solicitó la suspensión de la
aplicación de la pena capital hasta que resolviera el fondo del caso
abierto con motivo de su situación.
La CIDH emitió en su oportunidad un comunicado de prensa sobre la
cuestión. A principios de
agosto, una delegación de la Comisión Interamericana estuvo en Guatemala
a invitación Presidente de la República, el Licenciado Alfonso Portillo.
En dicha oportunidad, se verificó un acto histórico en el cual el
Presidente de Guatemala aceptó la responsabilidad institucional del
Estado en diez casos de violaciones a los derechos humanos que se
encuentran en trámite ante la Comisión, y se comprometió a aplicar los
mayores esfuerzos para lograr una solución amistosa de los mismos con
base en la reparación de los daños y la investigación de los hechos.
La Comisión emitió un comunicado que destaca el compromiso histórico
asumido por el Gobierno que encabeza el Presidente Portillo. La
CIDH llevó a cabo a fines de agosto una visita de observación in loco a la República de Haití.
Esta visita in loco
coincidió brevemente con la delegación que encabezaba el Secretario
General de la OEA al mismo país, aunque vale aclarar que la fecha de la
actividad de la Comisión Interamericana
se venía programando con las autoridades de Haití desde hace más
de un año. La visita se realizó en el marco de la observación general
de la situación de los derechos humanos en dicho país, y fue objeto de
un primer comunicado de prensa que da cuenta de las actividades realizadas
y de las primeras impresiones. En
el marco de la visita a Haití se pudo desarrollar una interesante
actividad de promoción junto con la misión de Naciones Unidas destacada
en dicho país. Se realizó
un seminario sobre el sistema interamericano de promoción y defensa de
los derechos humanos, con asistencia de más de treinta representantes de
distintas organizaciones no gubernamentales haitianas.
La Comisión aprovecha esta oportunidad para agradecer a las
autoridades del Gobierno de Haití por las facilidades brindadas, así
como a los particulares y representantes de la sociedad civil que
permitieron el éxito de la visita. También en
agosto, la Comisión participó con varios delegados en el 48o. período
de audiencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José,
Costa Rica. En la ocasión se
vieron cinco casos que se encuentran en distintas partes del trámite,
algunos en excepciones preliminares, otros en la fase del análisis de
fondo, y otros en fase de reparaciones. Se citó igualmente a una audiencia en relación con una
solicitud de medidas provisionales que había realizado la Comisión y
finalmente la Corte concedió. Por otra parte,
quisiera destacar que del 10 al 14 de julio, a invitación del Gobierno de
Panamá, el Relator Especial de la CIDH para la Libertad de Expresión y
dos abogados de la Secretaría Ejecutiva realizaron una visita a Panamá
para hacer una evaluación sobre la dicha materia.
Los integrantes de la delegación se entrevistaron con la
Presidenta de Panamá, Sra. Mireya Moscoso, con las autoridades del
Ministerio de Relaciones Exteriores y de otras ramas del Gobierno, y
asumieron el compromiso de presentar un informe de lo allí analizado.
Aprovecho para agradecer al Gobierno de Panamá por la invitación
y recordar que el mismo transmitió a la Comisión Interamericana una
invitación para que realice una visita in
loco para observar la situación general de los derechos humanos en
ese país, en el segundo semestre del año próximo. En cuanto a los
trabajos vinculados a los derechos de los pueblos indígenas y la Relatoría,
quiero señalar que la Comisión había tomado contacto con el Embajador
Ronalth Ochaeta, cuyo interés en esta materia es conocido.
Asimismo, la importancia del tema indígena en Guatemala fue objeto
de conversaciones con el Presidente Alfonso Portillo acerca de la
importancia que asigna al papel que puede jugar la OEA con relación a la
Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
La CIDH reitera su mejor disposición para colaborar lo más útil
y estrechamente posible con el Grupo de Trabajo presidido por el Embajador
Ochaeta. Se
han cumplido además varias actividades de promoción. Quien les habla tuvo la oportunidad de dictar un curso sobre
la problemática de la pena de muerte, en
ocasión del Curso de derecho internacional organizado por el Comité
Jurídico Interamericano en Río de Janeiro, Brasil. Por otra parte, de la Comisión Interamericana recibió en su
sede a un grupo de técnicos de la organización no gubernamental Inclusión
Interamericana, que promueve los derechos de los discapacitados.
Inclusión Interamericana, organización hemisférica con base en
Canadá, envió un grupo de abogados de distintos países para desarrollar
un programa informativo sobre
el sistema interamericano de derechos humanos.
Fue una actividad muy positiva que había sido objeto de
conversaciones con la Comisión durante su presencia en Windsor y que
ciertamente representó un esfuerzo grande para los visitantes, que
financiaron su presencia y actividades.
También quiero señalar que durante el verano se desarrolló un
interesante seminario para líderes indígenas en Guatemala, donde
participó la Comisión a través de su Relatoría de Derechos de los
Pueblos Indígenas. La
actividad fue realizada mediante el apoyo de la cooperación técnica de
Dinamarca, que hizo una contribución a la CIDH para sus tareas en materia
de derechos de los indígenas. Igualmente,
un profesional de la Secretaría Ejecutiva dedicado a la Relatoría de los
Derechos del Niño participó como ponente en el XI Congreso Internacional
de Derecho de Familia organizado por la Universidad Externado de Colombia,
que tuvo lugar en la capital de dicho país del 4 al 7 de septiembre
pasado. Desearía
resaltar brevemente cuatro notas para que sean objeto de una reflexión más
profunda de los Jefes de Estado que se reunirán en esta Cumbre, en Abril,
en el umbral de un nuevo siglo: 1. La tarea de supervisión hemisférica
de los órganos del sistema interamericano de derechos humanos se ha
ampliado sustancialmente en las ultimas dos décadas conjuntamente con la
participación de los Estados miembros. Las
recientes iniciativas destinadas al fortalecimiento del sistema confirman
que debe darse prioridad al incremento de sus recursos materiales y
humanos para dar cumplimiento eficaz al mandato de promover y proteger los
derechos humanos en la región, así como a los esfuerzos para lograr la
universalidad del sistema y asegurar que sus normas sean debidamente
interpretadas y aplicadas en el ámbito interno, en particular, por los
tribunales de los diversos países de la Organización. Por
ultimo, los Estados deben respetar sus compromisos internacionales y
cumplir plenamente con las recomendaciones, sentencias y otras decisiones
de los órganos de supervisión del sistema.
En este sentido, nos parece que sería de la mayor importancia
adoptar medidas con el fin de aumentar sustancialmente los recursos
disponibles para que los órganos del sistema interamericano cumplan con
su mandato. 2.
Asimismo, sería relevante que los Estados diesen la más alta
prioridad política a la ratificación de la Convención Americana, sus
protocolos adicionales y demás tratados del sistema, así como el
reconocimiento de la jurisdicción de la Corte Interamericana. Con este
fin, debe iniciarse un diálogo de alto nivel con aquellos Estados
miembros que aun no sean parte de estos instrumentos. 3. En tercer lugar, los Estados
deben promover la adopción de un plan de acción para asistir en la
adecuación de la legislación interna --quiero referirme aquí en
particular a la necesidad de revocar las leyes de desacato todavía
vigentes en la mayoría de los Estados de la OEA-- y las prácticas
administrativas a las normas internacionales, además del establecimiento
de mecanismos para el cumplimiento de las decisiones y recomendaciones de
los órganos del sistema. De
la misma forma, la cooperación debe enfatizar la instrucción de
funcionarios del poder judicial y de las fuerzas de seguridad así como la
sociedad civil. 4.
Por último, se debe esperar que los Estados asuman su rol conforme
a la obligación colectiva de garantizar el cumplimiento con las
obligaciones internacionales emanadas de los instrumentos del sistema. En
este sentido, deben adoptar las medidas que sean necesarias para actuar
conforme a los informes, recomendaciones y decisiones de los órganos del
sistema en el ámbito de las competencias de la Asamblea General y del
Consejo Permanente. Quisiera
resaltar la importancia de que los representantes de distintos Estados
apoyen las consideraciones precedentes, a fin de que sean parte del
proyecto a ser presentado en abril del año próximo, cuando se lleve a
cabo la Cumbre de las Américas en Canadá. Señoras
y señores: Ustedes
saben que uno de los problemas fundamentales que afrontan los órganos del
sistema es el de los limitados recursos presupuestarios.
La Comisión tiene plena conciencia de las graves dificultades
financieras que afectan a la Organización debido a la falta de pago
oportuno de las cuotas de los Estados miembros.
Sin perjuicio de lo anterior, la Asamblea General aprobó en
Windsor la Resolución 1701
sobre “Evaluación del
funcionamiento del sistema interamericano de protección y promoción de
los derechos humanos para su perfeccionamiento y fortalecimiento” del
5 de junio de 2000 que, entre otras cosas, encomienda al Consejo
Permanente: Que
en los próximos ejercicios financieros promueva el aumento substancial de
los recursos asignados a la Corte y a la Comisión Interamericanas, sobre
la base del reconocimiento de que la protección y la promoción de los
derechos humanos son una prioridad principal de la Organización. Las
limitaciones presupuestarias son perjudiciales para el debido cumplimiento
de las funciones de protección y promoción de los derechos humanos de la
CIDH, como órgano principal de la OEA en los términos de la Carta. Es oportuno recordar que el considerando de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, expresa “que la protección internacional de los derechos del
hombre debe ser guía principalísima del derecho americano en evolución”.
Por ello, espero que el importante apoyo expresado por los señores
representantes de los Estados miembros en dicha resolución se traduzca en
un incremento de los recursos financieros asignados a la CIDH en el
programa presupuesto para el año próximo. Sin
embargo, también quisiera dar algunas noticias alentadoras sobre el tema.
La Comisión ha recibido contribuciones voluntarias que no sólo
ayudan a mejorar la situación mediante fondos específicos, sino que
constituyen un aliento para el desarrollo de sus tareas.
Me refiero al importante aporte del Gobierno de los Estados Unidos
de América, entregado por su Representante Permanente en una ceremonia
realizada en la sede de la CIDH el 25 de abril de 2000, mencionada en un
comunicado de prensa emitido al efecto.
Este aporte permitirá financiar parte de las actividades de la
CIDH y de la Relatoría Especial sobre Libertad de Expresión.
También quiero recordar que el Reino de España, por segundo año
consecutivo, realiza una contribución voluntaria específica para compra
de libros, fortalecimiento de la biblioteca, fortalecimiento de la parte
de documentación y de nuestra página electrónica.
Igualmente, la CIDH ha recibido una contribución del Gobierno de
El Salvador.
En cuanto a la reforma de su Reglamento, la Comisión ha recibido y
analizado la Resolución 1701 citada.
La CIDH ha considerado la documentación tanto de la Comisión de
Asuntos Jurídicos y Políticos como la provista por los Estados
oportunamente. Asimismo, ha
recibido comentarios y observaciones de unas doscientas organizaciones no
gubernamentales. La Comisión
Interamericana sigue avanzando en la reforma de su Reglamento, tema de
prioridad e importancia para el período de sesiones que se inicia. Antes
de concluir, felicito sinceramente al Emb. Luigi Einaudi por su designación
como Secretario General Adjunto de la OEA.
Es conocida la trayectoria del Emb. Einaudi en el sistema
interamericano, así como su trabajo en favor de la democracia y su interés
en los derechos humanos. Finalmente,
me permito reiterar el reconocimiento de la CIDH al Secretario General,
Dr. César Gaviria Trujillo, por el apoyo constante al trabajo de la
Comisión y al fortalecimiento del sistema interamericano de derechos
humanos. La CIDH seguirá
impulsando la colaboración con los Estados miembros con miras al objetivo
mutuo del respeto de los derechos humanos de todos los habitantes de la
región. Muchas gracias. |