PRESENTACIÓN DEL INFORME ANUAL DE LA
Señor Presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos, distinguidos Representantes. Señor Jefe de Gabinete del Secretario General, miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señor Secretario Ejecutivo de la Comisión, damas y caballeros: En mi condición de Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, me complace presentar a la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del Consejo Permanente el informe anual de la Comisión correspondiente a 1998, acompañado por informes especiales sobre la situación de los derechos humanos en México y Colombia para su envío a la consideración de la Asamblea General. Antes de iniciar la exposición del informe, permítanme presentarles a los miembros de la Comisión que me acompañan hoy día: el doctor Hélio Bicudo, Primer Vicepresidente de la Comisión, el decano Claudio Grossman, Segundo Vicepresidente, y los doctores Álvaro Tirado Mejía y Jean Joseph Exumé, miembros de la Comisión. Están también conmigo el Embajador Jorge Taiana, Secretario Ejecutivo de la Comisión, y los doctores David Padilla y Hernando Valencia-Villa, Secretarios Ejecutivos Adjuntos. El informe que hoy presenta la Comisión fue aprobado durante su 102º período ordinario de sesiones, que tuvo lugar en febrero y marzo de este año, y se preparó de conformidad con los lineamientos fijados por la Asamblea General mediante su Resolución AG/RES. 331 (VIII-0/78), y con lo estipulado en el Artículo 63 del reglamento de la Comisión. Debo señalar que este informe refleja las actividades generales de la Comisión cumplidas bajo la conducción sumamente acertada de su Presidente anterior inmediato, el miembro de la Comisión Carlos Ayala Corao.
Este informe se divide en tres volúmenes. Los dos primeros constan de ocho capítulos y el tercero contiene el informe del Relator Especial para la Libertad de Expresión. Como es habitual, en el Capítulo I se ofrece una breve introducción a los orígenes y fundamentos jurídicos de la Comisión y también se trata su interacción, en 1998, con otros órganos del sistema interamericano, y con instituciones regionales y mundiales de naturaleza similar. En este sentido, quiero destacar especialmente la práctica de las reuniones anuales de la Comisión y la Corte Interamericana con objeto de tratar temas de interés común, a fin de mejorar el funcionamiento del sistema regional de derechos humanos. La Comisión y la Corte mantienen una relación de cooperación que es mutuamente beneficiosa para el cumplimiento de sus respectivos mandatos. En el Capítulo II se ofrece una relación de las actividades de la Comisión durante el período que abarca el informe. Las principales referencias de este capítulo corresponden a los dos períodos ordinarios y los dos períodos extraordinarios de sesiones que llevó a cabo la Comisión, las tres visitas in situ realizadas y el sometimiento de cinco nuevos casos contenciosos a la Corte Interamericana de derechos Humanos. Con respecto a las sesiones celebradas en 1998, en nombre de la Comisión deseo agradecer nuevamente al Gobierno de Venezuela su amable invitación para realizar en Caracas el 99o. período extraordinario de sesiones. El respaldo del gobierno venezolano coadyuvó a que dicha reunión resultara sumamente fructífera. Durante el período que abarca este informe, la Comisión realizó una visita general in situ a Guatemala, en agosto de 1998, y una visita similar al Perú, en noviembre de 1998. La Comisión prepara actualmente informes especiales de país que, en gran medida, se basarán en la información reunida durante esas visitas. La Comisión también llevó a cabo una visita más especializada al estado de California, en los Estados Unidos de América, a fin de observar los procesos de inmigración y asilo en esa región. Esas visitas in situ brindan a la Comisión elementos importantes para evaluar la situación general existente en un Estado miembro, estudiar la observancia de derechos concretos y entablar un contacto más directo con los actores del sector estatal y de la sociedad civil. En nombre de la Comisión, quiero agradecer a los Estados miembros cuya colaboración permitió alcanzar esos objetivos durante las visitas del año pasado y esperamos interés encontrar una cooperación similar en el curso de las visitas previstas para este año. Con respecto a los casos sometidos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en fecha más reciente, cabe señalar la creciente diversidad de su temática. A diferencia de casos anteriores, relacionados principalmente con el derecho a la vida, a la integridad física y a la libertad, los casos recientes plantean reclamos concernientes a la libertad de expresión, al derecho de propiedad, a los derechos de los miembros de comunidades indígenas y a los derechos laborales. El Capítulo III contiene las decisiones adoptadas en casos individuales presentados a la Comisión y tramitados por ésta de acuerdo con las disposiciones aplicables. El hecho de que ésta sea, holgadamente, la porción más extensa del informe, guarda armonía con la naturaleza esencial de los derechos humanos en cuanto derechos individuales. Refleja, asimismo, la importancia creciente que la Comisión atribuye a la solución de las denuncias individuales. El informe de este año comprende 72 decisiones de esta índole. La Comisión aplica con suma meticulosidad las normas del sistema de casos, como lo prueban los 35 informes de admisión de casos y los 10 mediante los cuales se determinó que las respectivas denuncias no cumplían con los requisitos de admisibilidad aplicables. Esos informes, y los 25 sobre decisiones acerca de los méritos, también reflejan una diversidad creciente de los derechos en discusión. Un informe sobre los méritos de un caso individual ofrece una forma de reparación a la víctima de una violación de derechos humanos que no pudo obtener justicia en el fuero nacional. El proceso de petición individual también brinda a la Comisión oportunidades para facilitar negociaciones constructivas encaminadas a lograr que las partes encuentren una solución amistosa de sus disputas. Nos complace incluir en este informe los resultados de negociaciones de esta clase en dos casos concernientes a Colombia. La Comisión, actualmente, está facilitando negociaciones para lograr la solución amistosa de docenas de otros casos. La disposición de las partes a dialogar y a buscar soluciones creativas, sigue constituyendo una evolución harto promisoria del sistema. En el Capítulo III también se brinda información sobre lo actuado por la Comisión respecto de las medidas provisionales y los casos contenciosos presentados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Como se dijo, durante el período que cubre este informe se presentó un total de cinco nuevos casos contenciosos contra Estados partes de la Convención Americana. La Comisión desea destacar que la mayoría de los Estados miembros ha aceptado libremente la jurisdicción obligatoria de la Corte Interamericana, demostrando así el compromiso de esos estados en cuanto a la consideración y solución de las disputas atinentes a los derechos de las personas. En su Informe Anual de 1996, la Comisión articuló varios criterios para identificar a los Estados miembros cuyas prácticas en materia de derechos humanos merecieran atención especial y, por ende, su inclusión en un capítulo especial del informe anual. En este sentido, en el Capítulo IV del informe de este año se analiza la situación de los derechos humanos en Cuba, Haití y Paraguay. La inclusión de Cuba obedece principalmente a que este país está regido por un gobierno que no fue elegido libremente de acuerdo con normas de aceptación internacional, hecho que viola el derecho a la participación política consagrado en el Artículo XX de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. La preparación de los informes sobre Haití y Paraguay fue el resultado de una serie de graves crisis institucionales en ambos países, que afectaron el libre ejercicio de varios derechos garantizados por la Convención Americana. Me complace informar que la Comisión ha mantenido contacto con el Gobierno de Haití para acordar la fecha de una próxima visita in situ a ese país. Finalmente, debo señalar que este año la Comisión anunció explícitamente que no incluiría en este capítulo informes atinentes a los estados acerca de los cuales durante el período en cuestión está preparando o ha aprobado informes especiales sobre la situación de los derechos humanos, de conformidad con el Artículo 62 de su reglamento. A lo largo de los años, la Comisión ha consolidado su práctica de dar seguimiento a un informe especial sobre la situación de los derechos humanos en un Estado miembro en particular, preparado de conformidad con el Artículo 62 de su reglamento, con un informe encaminado a actualizar la situación y evaluar el cumplimiento por dicho Estado miembro, de las recomendaciones formuladas previamente por la Comisión. Este año, la Comisión decidió refinar esa práctica incluyendo esos informes de seguimiento en un capítulo separado de su Informe Anual. Por consiguiente, el Capítulo V está totalmente dedicado a detallar el cumplimiento del Ecuador con las recomendaciones formuladas a ese Estado por la Comisión en su Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Ecuador, de 1997. El Capítulo VI contiene informes de varios Relatores Especiales de la Comisión, a saber: los Relatores Especiales sobre los derechos de los pueblos indígenas, la situación de los trabajadores migratorios y sus familias y los derechos de la mujer, así como un informe de introducción relacionado con la reciente creación de la Relatoría Especial sobre los derechos del niño. Deseo manifestar que, además del nombramiento del Relator Especial para la Libertad de Expresión, que tuvo lugar el año pasado y al cual me referiré en breve, cada una de las relatorías establecidas en los años anteriores se concentra en la situación de personas cuyas voces aún no están cabalmente representadas en nuestras sociedades. A medida que el hemisferio aprende a celebrar su diversidad y que sus Estados miembros buscan nuevas formas de ampliar la participación, estas relatorías permiten que la Comisión identifique los ámbitos donde se requiere la adopción de medidas urgentes para proteger a las personas integrantes de esos grupos e informe acerca de las medidas creativas que se tome para imprimir mayor diversidad a la representación en la vida nacional. La Comisión ha establecido fondos voluntarios para ayudar a apoyar esas importantes iniciativas y desea agradecer sinceramente a los Estados miembros y observadores que han aportado generosas contribuciones. En el Capítulo VII, la Comisión presenta a los Estados miembros 22 recomendaciones con objeto de mejorar la plena observancia de los derechos fundamentales establecidos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Convención Americana de Derechos Humanos. Señor Presidente y Representantes, quisiera referirme concretamente a cinco de esas recomendaciones. Antes que nada, la Comisión fomenta la adopción de medidas para mejorar la administración de justicia en el ámbito nacional. La justicia sirve como primera línea de defensa de la vigencia de la ley y de los derechos humanos en un sistema democrático. En este sentido, debe observarse en todo momento, como mínimo, las normas de la Declaración Americana y de la Convención atinentes a la protección y las garantías judiciales. Es imperativo, asimismo, que el personal judicial esté en condiciones de cumplir cabalmente sus funciones con independencia y transparencia. Es también esencial que las personas tengan acceso a recursos judiciales eficaces para proteger sus derechos y que se actúe ante las violaciones de manera inmediata y eficaz por la vía de la investigación, el enjuiciamiento, la sanción y las medidas de reparación. El respeto al imperio de la ley no puede coexistir con la impunidad que se suscita cuando las violaciones de los derechos humanos quedan sin castigo. En segundo lugar, la Comisión recomienda que los Estados miembros tomen todas las medidas necesarias para proteger la libertad de expresión y la integridad física de los defensores de los derechos humanos. Ha sido para nosotros motivo de profunda perturbación, los ataques y amenazas contra muchas de esas personas durante el año pasado, incluidas las que han colaborado con la Comisión. Las personas que participan en la protección y la promoción de los derechos humanos cumplen una función esencial de control de las instituciones democráticas y mantenimiento de los principios de transparencia y responsabilidad. En tercer término, la Comisión reitera su recomendación de que los Estados miembros tomen las medidas necesarias para adoptar la "Declaración Interamericana de los Derechos de los Pueblos Indígenas". La Comisión continuará trabajando con los Estados miembros y con el Consejo Permanente para impulsar el proceso de aprobación. Cuarto, la Comisión recomienda que los Estados miembros adopten las medidas legislativa y de otra índole que sean necesarias para invocar y ejercer jurisdicción universal sobre las personas en el procesamiento por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, y que los Estados miembros que aún no lo han hecho, ratifiquen el Estatuto de la Corte Penal Internacional que la Conferencia Diplomática de Roma aprobó en julio pasado. Finalmente, la Comisión reitera la importancia que reviste la ratificación de los tratados interamericanos sobre derechos humanos. En este sentido, la Comisión reconoce con satisfacción la reciente aceptación de la jurisdicción obligatoria de la Corte Interamericana por parte del Brasil, la República Dominicana, Haití y México, demostrativa del compromiso de esos estados con el tratamiento y la solución de las disputas concernientes a los derechos de las personas. Ahora suman 21 los Estados partes de la Convención Americana que lo han hecho y esto significa, para esos estados y para el sistema en conjunto, un avance digno de mención. Al mismo tiempo, la Comisión debe mencionar la denuncia, sin precedentes, de la Convención Americana por parte de Trinidad y Tobago, que debe cobrar vigencia a fines de mayo de este año. La Comisión considera que este rechazo singular del tratado es sumamente lamentable y exhorta al Gobierno de Trinidad y Tobago a que reconsidere su decisión. En un plano más positivo, la Comisión saluda a los 29 Estados miembros que han ratificado la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, hecho que distingue a este instrumento como el que cuenta con ratificación más amplia entre los tratados de derechos humanos. La Comisión exhorta a los pocos estados que aún no lo han hecho a redoblar sus esfuerzos para ratificar este tratado. El Volumen II del informe concluye con los anexos habituales en los que se informa sobre el estado de las convenciones y protocolos del sistema regional de derechos humanos, y comunicados de prensa y discursos seleccionados que difundió la CIDH durante el año pasado.
Señor Presidente, de esta manera concluyen mis comentarios generales a propósito de los dos primeros volúmenes del Informe Anual de la Comisión correspondiente a 1998 y, con su permiso, me referiré sucintamente al tercer volumen. La Comisión ha estudiado y aprobado el informe de su Relator Especial para la Libertad de Expresión y durante su último período de sesiones resolvió incluirlo en su Informe Anual. De acuerdo con sus funciones y facultades establecidos en el Artículo 41 de la Convención Americana y en el Artículo 18 de sus estatutos, la Comisión encomendó al Relator Especial que le prestara asistencia en el seguimiento, promoción y protección de la libertad de expresión en las Américas. Como lo indicó la Comisión el año pasado en ocasión del nombramiento del señor Santiago Cantón para ocupar ese cargo, uno de los cometidos del Relator es la preparación de un informe anual a la Comisión, para su presentación a la Asamblea General de la Organización. La Comisión valora el respaldo al nombramiento de este Relator Especial que los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas expresaron en la Declaración de Santiago, y la reafirmación regional de cuán importante es garantizar la libertad de expresión, información y opinión.
Señor Presidente, distinguidos Representantes, la búsqueda constante que impulsa el hemisferio con objeto de consolidar sistemas de democracia participativa, crea nuevas oportunidades para el compromiso de los Estados miembros con los órganos del sistema de derechos humanos. La Comisión y la Corte son, conforme al propósito de los Estados miembros, recursos para ayudar al desarrollo de "un régimen de libertad personal y de justicia social" que es el objetivo final consignado en el preámbulo de la Convención Americana. Acorde con esto, la Comisión está totalmente comprometida a trabajar con los Estados miembros en el cumplimiento de su mandato para defender la dignidad humana mediante la protección y la promoción de los derechos humanos básicos. En nombre de la Comisión, quiero expresar nuestra gratitud por el apoyo que los Estados miembros han brindado a la Comisión para que ésta honre ese compromiso común con todas las personas de nuestro hemisferio.
|