INFORME ANUAL 1991
SURINAME El
22 de diciembre de 1990, el Teniente Coronel Desi Bouterse renunció como
Jefe de las Fuerzas Armadas de Suriname, mas no por mucho tiempo.
Dos días después, su sucesor, el Comandante Interino Ivan
Grangoost, llamó por teléfono al entonces Presidente Ramsewak Shankar y
ordenó su renuncia y la de su Gabinete. Cumplida la orden, el nuevo
Presidente, Johannes Kraag, volvió a instalar al Teniente Coronel Bouterse
en su antiguo puesto, el 31 de diciembre de 1990.
Simultáneamente se prometió la realización de nuevas elecciones
para la Asamblea Nacional dentro de un plazo de 100 días.
El plazo no se cumplió con precisión, pero 150 días después del
golpe de Estado se realizaron elecciones bajo la vigilancia de observadores
internacionales. Entre
los observadores de las elecciones figuró un equipo cuyos miembros fueron
designados por el Secretario General de la OEA, Joao Clemente Baena Soares.
El equipo de la OEA llegó a Suriname en febrero, y llegado el día
de la elección, 25 de mayo, contaba ya con 100 personas de 16 diferentes
Estados miembros. El equipo
continuó su labor hasta el 18 de septiembre, en que asumió el cargo un
nuevo Presidente, Ronald Venetiaan. Las
elecciones trajeron consigo una serie de novedades, siendo la más notable
la creación de un nuevo partido, llamado Alternativa Democrática (DA91),
que promovió una nueva y más estrecha relación del país con el Reino de
los Países Bajos, Madre Patria y ex-autoridad colonial de Suriname. En
gran medida, el debate preelectoral se centró en la propuesta del Primer
Ministro de Holanda, Lubbers, de que Suriname celebrara un acuerdo con los
Países Bajos en cuanto al establecimiento de una Comunidad a fin de reducir
la influencia del Ejército de Suriname en la vida política del país.
Otros beneficios anunciados eran la eliminación de restricciones de
viaje (tales como las visas), un régimen de doble nacionalidad y una unión
monetaria entre los dos países. A
los observadores de la OEA se agregaron representantes de los Estados de la
CARICOM, Chile, Costa Rica y la Comunidad Europea, así como de
organizaciones no gubernamentales de derechos humanos como Americas Watch y
Caribbean Rights. El
consenso general de todos los observadores fue que las elecciones fueron
libres y honestas y que, en general, se realizaron eficientemente.
Inclusive se convinieron mecanismos para que pudieran participar los
casi 10,000 surinameses refugiados en la Guayana Francesa, la mayoría de
los cuales son Cimarrones que debieron huir del país ante la represión del
Ejército, en 1986. Ello fue
posible merced a un acuerdo entre los Gobiernos de Suriname y Francia y el
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.
Sin embargo, algunos cimarrones cruzaron el Río Maroni para votar en
el territorio surinamés.
El
25 de mayo, la mayoría abrumadora de los surinameses en edad de votar
acudieron a los 452 centros de votación de todo el país para emitir su
voto. Las elecciones suscitaron
varias sorpresas. En primer
lugar, el Frente, coalición de los tres partidos políticos tradicionales,
el VHP, de base étnica, el NPS y el KTPI1, sufrieron la reducción
del número de sus bancas en la Asamblea Nacional de 40 a 30, sobre un total
de 51. Por otra parte, los
principales beneficiarios de esa merma de la participación en el poder
fueron el partido NDP, dominado por el Ejército, y DA91, que conquistaron
11 y 9 bancas, respectivamente.
La Constitución de Suriname prevé que el Presidente y el
Vicepresidente sean elegidos por la Asamblea Nacional por mayoría de 2/3. Si ningún candidato logra esa proporción los Consejos de
Distrito realizan la elección, requiriéndose una mayoría de sólo el 50%.
En consecuencia, tras varios meses de demora en la Asamblea Nacional,
los Consejos, dominados por el ahora denominado "Nuevo" Frente,
obtuvieron el 80% de los votos provinciales y escogieron a Ronald Venetiaan,
miembro del NPS y ex Ministro de Educación, como Presidente, y a John
Adhim, miembro del VHP, como Vicepresidente de la República.
Uno de los factores por los que la campaña electoral fue ordenada
fue la tregua establecida entre los grupos insurgentes, el Comando de la
Jungla, dirigido por Ronnie Brunswijk y el Ejército (y sus apéndices
militares, Tukayama Amazona, Anguilas y Mandelas) en marzo de 1991.
Ambos partidos prestaron un juramento denominado sweri en
lengua Saramacca, de poner fin a las hostilidades.
Esto fue seguido por un acuerdo firmado en abril, por el que todas
las partes reconocieron solemnemente el derecho del Gobierno de gobernar en
todo el territorio de Suriname, y su compromiso de permitir la libre
circulación de los votantes, observadores y funcionarios electorales, así
como de respetar el resultado de la elección.
Un hecho aún más favorable fue que a instancias de Granman Songo
Aboikani, de los Cimarrones Saramacca y de la organización de derechos
humanos Moiwana 86, encabezada por Stanley Rensch, tanto las tropas del Ejército
como las de los Comandos de la Jungla se retiraron de las zonas oriental y
centromeridional de Suriname en mayo durante el resto de la campaña
electoral.
Pese a todos esos factores positivos, el período electoral no estuvo
totalmente exento de dificultades. Así,
el Teniente Coronel Bouterse siguió defendiendo
el golpe de Estado del día de Navidad como una "medida de intervención
constitucional", aunque el 8 de mayo de 1991 prometió que el Ejército
se abstendría de nuevos golpes de Estado.
Por otra parte, en abril, miembros de DA91 se quejaron de haber
sufrido hostigamiento de parte de elementos paramilitares dependientes del
Ejército, en el interior. En
ese mismo mes el Teniente Coronel Bouterse criticó públicamente al Nuevo
Frente y a DA91, sosteniendo que mantienen vínculos con el organismo de
inteligencia de Estados Unidos, la CIA, y con el servicio de seguridad de
Holanda. En esa ocasión
insistió en que el Ejército debe cumplir una función en la política
nacional y prestar servicios policiales, aduaneros y de inmigración. Criticó
además, como lesiva para la soberanía nacional, la propuesta de que
Suriname mantenga con Holanda una relación de Comunidad.
Finalmente, en forma desafiante y cínica, el Teniente Coronel
Bouterse se reunió personalmente con el Mayor Etienne Boerenveen, que fuera
su segundo en el Comando, en el Aeropuerto Zanderij, al llegar el último de
los nombrados a Suriname tras haber cumplido una sentencia de cinco años de
reclusión en una prisión federal de Estados Unidos por tráfico de drogas.
El Mayor Boerenveen no tardó en ser nombrado Jefe del Servicio de
Seguridad del Ejército.
En cuanto a la situación de los derechos humanos en Suriname, lo
primero que cabe señalar es que la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos no ha recibido quejas por supuestas violaciones de derechos desde
que asumió sus funciones el Presidente Venetiaan.
Por otra parte, nada se ha hecho para investigar y castigar a los
oficiales del Ejército responsables de la más notoria violación de
derechos humanos ocurrida en la historia de Suriname:
el asesinato de 15 prominentes nacionales de ese país, en diciembre
de 1982. La Comisión ha
insistido, y sigue insistiendo, en que se indague exhaustivamente ese hecho.
Por otra parte, ningún gobierno de Suriname --ni los
anteriores, ni el actual-- ha adoptado medida alguna para poner
en práctica ninguna de las recomendaciones efectuadas por la Comisión a
través de cinco resoluciones publicadas en su Informe Anual de 1989, todas
las cuales se referían a violaciones del derecho a la vida.
Lo mismo cabe decir con respecto a la represión en masa realizada
por el Ejército en 1986 en la aldea de Moiwana y otros sitios, que provocó
el éxodo en gran escala de Cimarrones y amerindios a la Guayana Francesa y
a Paramaribo. Esas personas --unas 10,000 de las cuales siguen
viviendo en campamentos de refugiados cerca de St. Laurent, Guayana
Francesa-- no han sido indemnizadas.
En relación con los dos casos contenciosos llegados a conocimiento
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en San José, al amparo de
la Convención Americana, que se refieren a violaciones del derecho a la
vida,
En el caso N°
10.150, caratulado Aloeboetoe y otros c/Suriname, el Gobierno admitió
que soldados de Suriname habían ejecutado arbitraria y sumariamente a siete
Cimarrones en un lugar cercano a Pokigron, en la parte meridional del país,
el 31 de diciembre de 1987. En
junio de 1992 la Corte escuchará alegatos referentes a la adecuada
indemnización que ha de pagar el Gobierno a los parientes más próximos de
las víctimas. Con respecto al
procesamiento y castigo de quienes cometieron los actos violatorios, el
Gobierno guardó silencio.
En el segundo caso, Gangaram Panday c/Suriname, N°
10.274, la Corte rechazó las objeciones preliminares del Gobierno y a su
debido tiempo celebrará una audiencia sobre el fondo del asunto el 24 de
junio de 1992, en San José, Costa Rica.
Debe señalarse que el Gobierno ha omitido además investigar el
asesinato del Inspector de Policía Herman Gooden, que según todas las
apariencias puede atribuirse al Ejército.
Lo mismo puede decirse con respecto a cuatro amerindios que
desaparecieron en 1989 tras haber sido detenidos por el Ejército.
Por otra parte se produjo un incidente consistente en el apaleamiento
de tres jóvenes por parte de soldados, el 5 de enero de 1991. Según informes presentados a la Comisión, los jóvenes
estuvieron detenidos en una clínica, al Norte de la Capital, y luego en el
comando del Ejército en Fort Zeelandia.
Se sostiene que los amenazaron de muerte, aunque más tarde fueron
liberados.
Un hecho más positivo es que se informó a la Comisión que varios
miembros del Servicio de Seguridad del Ejército actuantes en Nickerie
fueron suspendidos tras choques con la policía local.
En otro incidente que evoca los casos ocurridos en los últimos años,
en que soldados surinameses dispararon contra policías desde vehículos, el
policía Joel Owens, de 26 años de edad, fue herido por un francotirador el
29 de junio de 1991. Ese
incidente sospechoso aún no ha sido investigado, por lo menos en la medida
en que la Comisión haya podido determinarlo.
En las esferas de la libertad de reunión y culto al parecer no
existen problemas en Suriname, aunque los medios de difusión del país han
dado cuenta de casos de autocensura.
1. El VHP es el Partido Reformista Progresista, formado principalmente por indostanos de ascendencia india, pakistaní y de Sri Lanka. El NPS es el partido Créole, denominado Partido Nacional de Suriname. El KTPI es el Partido Campesino Indonesio [ Indice | Anterior | Próximo ] |